martes, 12 de agosto de 2008

Un paraíso privado


















Lo que me llamó la atención esta tarde de agosto fue el cielo incendiado.


Me hubiera gustado ver una calle libre de los horroroso cables de luz, pero qué hacer...


Fuera de la casa, tras el rabo del Neón, no pude evitar el admirar el ramillete de luces que me transportó a un pequeño y privado paraíso.




Un abrazo desde la calle Juárez.

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