De zapatillas rosa

03 de agosto, 08.- Hoy en la madrugada mi sobrina Roxana tuvo un accidente mientras acompañaba a un amigo en su carro. Nada grave, pero tiene que someterse a una operación de uno de los dedos de la mano para recuperar la movilidad. Algunos golpes y eso es todo.
Desde la cama del hospital ha establecido conexión con su madre y después ha tenido una serie de llamadas de sus amigos, su familia afectiva.
Agripina, su abuela, la acompaña sentada en el sillón de visitas, frente a la mesita donde yacen las zapatillas de tacón. Cuando una las mira se imagina el jolgorio de una fiesta, la ronda de cigarros y jaiboles de la noche anterior, horas antes del accidente.
Roxana tiene 19 años y lleva una vida nocturna que ella justifica con la edad. Cuando la abuela le recriminó sus vagancias ella contestó, Tengo 19 años, qué querías?
Su madre se ha ido a Estados Unidos y tiene planes de casarse con un afroamericano y eso ha sido un trago amargo para esta joven a quien ahora le resulta difícil encontrar un lugar donde acomodarse.
Víctima de las circusntancias? No lo sé.
Por el momento Agripina y yo le hemos ofrecido una habitación cómoda en esta casa, que podrá disfrutar cuando ella lo decida, después de su tratamiento.
Espero que se recupere y que encuentre su camino.