A mi hermana le espanta el sueño los 40 mil pesos que debe a la escuela de sus hijos y que no ha podido pagar.
A mí me ha perturbado, de una manera constante, el deseo que la tía ha expresado: sacar a Agripina de esta casa.
Veamos que la tía Ana ha sido una de las dos hermanas de Agripina, que ella es la única que le queda tras la muerte de la tía Nony.
Veamos que Agripina tiene 78 años y que ha sido marcada con una vida de tragedia.
A mí me ha perturbado, de una manera constante, el deseo que la tía ha expresado: sacar a Agripina de esta casa.
Veamos que la tía Ana ha sido una de las dos hermanas de Agripina, que ella es la única que le queda tras la muerte de la tía Nony.
Veamos que Agripina tiene 78 años y que ha sido marcada con una vida de tragedia.
También veamos que la tía, quien por toda la vida ha dicho que somos –yo y mis hermanas- como sus hijas, ha deseado que nos vayamos de esta casa, de la casa de los abuelos, que también es, en parte, casa de ella.
Y yo me he preguntado cúáles son las razones.
Estas son mis hipótesis:
Y yo me he preguntado cúáles son las razones.
Estas son mis hipótesis:
1) Necesita una casa para sus hijas (mis primas).
2) Desde su punto de vista, su hermana y sus tres hijas somos unas ingratas, codiciosas cuervas, malas, inmerecedoras de vivir en la casa de sus padres.
3) Cree que la casa de sus padres es como las muñecas con que jugaba de chica con Agripina: “Ya la tuviste mucho tiempo”, le dijo, refiriéndose a que tenía que irse.
Irse a dónde?
La tía Ana me ha sorprendido. También me doy cuenta que yo, a los 48 años, sigo siendo una ingenua. Me lo creí. Creí que la tía realmente era como una segunda madre, la madre Tierra, que era un ejemplo de amor y de principios, alguien a quien podíamos recurrir en tiempos de desesperanza, de angustia.
Pensé de verdad que quería a Agripina, su hermana. El dolor del desencanto me ha hecho llorar, una vez más.
Veo que el resquebrajamiento familiar es general, que no existe ningún puerto donde descansar las tormentas.
Me ha tocado constatar la petulancia de los tíos, y eso es muy doloroso.
Temo ahora por su salud espiritual, que de pronto se mueran -estando ya viejos- con sentimientos malos y que el síndrome de Caín y Abel les ponga trabas en la antesala para ver a Dios.
Quizás en esa antesala, si no llegan a un acuerdo ahora, se darán cuenta de lo fatuo de estos tiempos, de que pudieron perdonar y no lo hicieron, que pudieron conciliar y no lo hicieron, del gran desperdicio.
Entonces sentirán la pesadez del error y llorarán un poco antes de abrazarse y platicar en paz.
Por mientras, mi hermana -atormentada por las deudas- tendrá que esforzarse un poco más para mantener a sus hijos en la escuela; tratar de dormir en las noches, en vez de deambular como una loba asesina buscando maneras de despedazar a los tíos.
1 comentario:
¿por qué esa mala fama de los Lobos?
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