Muy pocas veces en mi vida me he sentido tan cerca del egoísmo y la demencia como ahora que estoy viviendo en familia.
Después de la muerte de mi padre y luego de mi hermano, nos quedamos la madre y las tres hermanas. Sólo cuatro. Luego las hermanas tuvieron hijos. La familia creció a nueve, más los dos cuñados: once.
Pienso en este número... tremendo número... si somos once, entonces por qué se vive en esta soledad de témpano, un páramo de espinos donde es preciso gritar para que la misma voz nos haga compañía.
Un abrazo desde el páramo.
In Memoriam :: Maestros Yuri de Gortari and Edmundo Escamilla, Ever in Our
Hearts
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Originally published in 2011, it's time to remind ourselves of the lifelong
work done by these two men: Yuri de Gortari and Edumundo Escamilla. Their
contr...
Hace 1 año
2 comentarios:
Martha:
Te entiendo perfectamente.
Un abrazo desde el Caribe que te espera...
Gracias, amiga, por ese lazo solidario que tanto se aprecia en momentos como éste... gracias.
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