sábado, 24 de enero de 2009

Mario Rojas Torres




19 de enero.
El tío nació el día de los marios. Su vocación ha sido el trabajo, algo que heredó de sus padres.
Mi abuelo se iba a trabajar a su taller mecánico vestido siempre con su overol azul. Sus manos eran gruesas y morenas y un marco fino y negro de grasa definía sus uñas.
No había gran diferencia entre las manos del abuelo y las nuestras, pues como niños, nos gustaba jugar con la tierra y rascarnos con ganas una cabeza coronada con mugre.
El taller del abuelo estaba por el camino que atraviesa la ciudad de Humantla y abría sus dos portones de lámina gruesa a los viajeros que por allí pasaban rumbo a Veracruz.
El tío tiene ahora la cabeza tan blanca como la tenía el abuelo y sostiene en sus manos la herencia máxima de la familia Rojas: los valores inobjetables de la disciplina y el trabajo.

No hay comentarios: