En estos días el tiempo se ha instalado como un pariente más. Lo veo en las caras de quienes me conocieron en el pasado y, como un espejo, refleja el mismo mensaje: nos estamos volviendo viejos.
Y así pasan los días: en un espasmo lánguido, creando la vulva húmeda por donde pasarán las enfermedades y entonces, tras otro epidosio más, comenzará el camino penoso, un viacrucis que desembocará en la muerte. Cada uno de nosotros tendrá el suyo y cada quien lo vivirá en un entorno diferente y será éste el que marque la suerte que nos espera.
Nunca he dejado de pensar que la vida es una bendición, es una fiesta que dura años; pero también es un castigo por quién sabe qué crimen cometido. Quizás la vejez y sus abonos sean la revancha de esa juventud tan vigorosa y bella que tuvimos un día; de ese crimen que cometimos por haber sido impetuosos y arrogantes. Y hé aquí el castigo: como viejos tendremos que ser sumisos y dependientes; esperar que la compasión asome en algún momento del día y esperar minuto a minuto que el universo se apiade y deje al alma libre de la prisión del cuerpo.
In Memoriam :: Maestros Yuri de Gortari and Edmundo Escamilla, Ever in Our
Hearts
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Originally published in 2011, it's time to remind ourselves of the lifelong
work done by these two men: Yuri de Gortari and Edumundo Escamilla. Their
contr...
Hace 1 año
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