Ya todos los ingredientes están en la mesa: la pimienta del resentimiento; la sal de la injusticia; la intolerancia y, sobre todo, la falta de amor. Alrededor de esta mesa el pleito se cocina. Una contienda entre hermanos, tíos y sobrinos. Veremos quién gana y se queda con las propiedades de la tía Nony.
Si ella viviera, me pregunto, a quién le iría?
Y doña Anita, qué dijera la honorable abuela? Hubiera abierto sus ojos desemesuradamente y con su voz de muñequita tersa hubiese dicho: "Habrase visto!"
3 comentarios:
Martha, me tienes a la espectativa... si ganas la herencia, te pediré que me recomiendes al abogado, que en mi familia ya llevamos tiempo... jajaja, te digo que en todos lados es parecido o igual.
Lindo texto.
Martha, me tienes a la espectativa... si ganas la herencia, te pediré que me recomiendes al abogado, que en mi familia ya llevamos tiempo... jajaja, te digo que en todos lados es parecido o igual.
Lindo texto.
Yo no formo parte de este pleito legal. Son mis hermanas. Mi madre y yo preferimos manternernos al margen, y así, por lo menos yo, me siento tranquila.
Me da gusto saber que todavía tienes la paciencia de leer mis entradas.
Abrazos
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